Villena ha abierto las puertas de su historia con la inauguración del Congreso Científico del V Centenario, un encuentro que no solo revisa cinco siglos de ciudad, sino que también invita a pensar quiénes somos y hacia dónde queremos ir. Porque conmemorar no es repetir; es comprender y proyectar.
Durante demasiado tiempo, el pasado ha sido visto como un decorado, algo que se muestra en las fiestas o en los libros, pero que no siempre se integra en la vida cotidiana. Este congreso rompe con esa visión: reúne a historiadores, arqueólogos, investigadores y vecinos para repensar Villena desde la ciencia, la cultura y la identidad. Es, en definitiva, un acto de madurez colectiva.
Cinco siglos dan para mucho: para hablar de arte, de frontera, de industria, de migraciones, de sueños y de memoria. Y Villena, que siempre ha sido cruce de caminos y tierra de talento, se convierte durante unos días en centro del conocimiento y del diálogo. No es poca cosa en tiempos donde el ruido sustituye a la reflexión.
El V Centenario no debería ser solo una efeméride. Si este congreso logra despertar nuevas investigaciones, reforzar el orgullo patrimonial y hacer que los jóvenes miren su ciudad con curiosidad, entonces habrá cumplido su misión.
Porque celebrar quinientos años no es mirar atrás con nostalgia, sino hacerlo con gratitud. Y si Villena ha llegado hasta aquí, es porque cada generación ha sabido reinventarse sin olvidar de dónde viene.
Hoy, el congreso se inaugura. Pero lo que de verdad empieza es una nueva forma de mirar a Villena: con conocimiento, respeto y futuro.

