Crujiente por fuera, jugoso por dentro y lleno de sabor: así es el pollo al horno en rustidera, uno de esos platos que no pasan de moda y que funcionan igual de bien para una comida en familia como para un almuerzo entre semana. Cocinado con verduras, especias y aceite de oliva, este método realza el sabor del pollo sin complicaciones, dejando una comida completa que se hace prácticamente sola.
La rustidera, una bandeja honda metálica perfecta para el horno, permite que el pollo se ase rodeado de ingredientes que aportan jugosidad y sabor, como patatas, cebolla, ajos y hierbas aromáticas. ¿El resultado? Una comida reconfortante, sencilla y absolutamente deliciosa.
Ingredientes (para 4 personas)
-
1 pollo troceado o 4 muslos con contramuslo
-
3-4 patatas medianas
-
1 cebolla grande
-
1 pimiento rojo o verde (opcional)
-
4 dientes de ajo
-
Un vaso de vino blanco seco o caldo de ave (150 ml aprox.)
-
Aceite de oliva virgen extra
-
Romero, tomillo o hierbas provenzales
-
Sal y pimienta al gusto
-
Limón (opcional, para aromatizar o servir)

Preparación paso a paso
-
Precalienta el horno
A 200 °C con calor arriba y abajo. -
Prepara la base de la rustidera
Pela y corta las patatas en rodajas de 1 cm y la cebolla en juliana. Colócalas en la base de la rustidera con los ajos enteros (puedes darles un golpe para que suelten aroma). Añade también el pimiento en tiras, si lo usas. -
Aliña el pollo
Salpimenta las piezas de pollo y úntalas con una mezcla de aceite, hierbas aromáticas y, si quieres, un poco de pimentón dulce o picante. Colócalas sobre las patatas. -
Riega con vino blanco o caldo
Añade el líquido por un lateral de la bandeja para no arrastrar el aliño del pollo. Esto ayudará a mantener la humedad y creará una base de salsa. -
Horneado
Hornea durante unos 45 minutos, regando el pollo con sus propios jugos cada 15 minutos. Si quieres que la piel quede más crujiente, puedes subir la temperatura a 220 °C los últimos 5 minutos o encender el grill brevemente.
Consejos para que salga perfecto
-
Dora primero el pollo en sartén si quieres asegurar una piel crujiente desde el inicio.
-
Deja espacio entre los ingredientes en la rustidera para que se asen y no se cuezan.
-
Cambia las verduras según temporada: puedes usar zanahoria, calabaza, hinojo o incluso manzana.
-
Guarda los jugos del asado para acompañar con arroz, pan o incluso congelar como fondo para futuras recetas.
Por qué funciona esta receta
La rustidera actúa como un horno dentro del horno: concentra el calor, permite una cocción uniforme y mantiene los jugos atrapados entre el pollo y los vegetales. El resultado es un plato lleno de matices, con una base de patatas tiernas impregnadas del sabor del asado.
Conclusión
La rustidera de pollo al horno es la quintaesencia del plato casero tradicional: simple, económico, sabroso y perfecto para compartir. Un ejemplo de cómo, con ingredientes sencillos y cariño, se puede lograr un resultado digno de restaurante en tu propia cocina.

