¿Te gustan los canelones pero buscas una versión más ligera, sin harinas, sin salsas pesadas y perfecta para el verano? Entonces esta receta es para ti. Estos canelones fríos, sin pasta ni bechamel, se han convertido en una opción favorita para quienes buscan una comida fresca, rica en proteínas y baja en carbohidratos, ideal para cuidar la línea sin renunciar al sabor.
¿Qué los hace especiales?
A diferencia de los canelones tradicionales, esta versión no utiliza placas de pasta. En su lugar, se emplean láminas finas de calabacín, pepino o incluso lonchas de fiambre de pavo o jamón cocido, que envuelven un relleno cremoso, saciante y lleno de proteína.
Además, se sirven fríos, lo que los convierte en un plato perfecto para llevar al trabajo, disfrutar en la playa o incorporar a un menú semanal de batch cooking saludable.
Ingredientes base (para 2 personas)
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1 calabacín grande o 6 lonchas finas de pavo/jamón cocido
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1 pechuga de pollo cocida o una lata de atún al natural
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150 g de queso fresco batido o yogur griego natural (sin azúcar)
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1 cucharadita de mostaza suave o hummus (opcional)
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Especias al gusto: pimienta, cebollino, pimentón o eneldo
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Un chorrito de limón o vinagre para dar frescor
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Hojas verdes para acompañar (rúcula, espinaca, etc.)
Preparación paso a paso
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Prepara las “láminas”
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Si usas calabacín, córtalo en tiras finas con una mandolina y pásalas unos segundos por la sartén o al microondas para que se vuelvan flexibles.
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Si usas fiambre, elige lonchas rectangulares y finas que se puedan enrollar sin romperse.
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Haz el relleno
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Desmenuza el pollo cocido o escurre el atún. Mézclalo con el queso batido o yogur, añade la mostaza, las especias y el toque de limón. Ajusta de sal.
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Rellena y enrolla
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Coloca una cucharada del relleno en un extremo de cada lámina y enrolla con cuidado. Puedes fijarlos con un palillo si es necesario.
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Refrigera y sirve
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Déjalos en la nevera al menos 30 minutos. Sírvelos fríos, acompañados de hojas verdes o con un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima.
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Beneficios nutricionales
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Altos en proteína: perfectos para mantener la masa muscular y sentirse saciado.
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Bajos en carbohidratos: ideales para dietas low-carb o cetogénicas.
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Sin harinas ni salsas pesadas: aptos para digestiones ligeras.
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Fáciles y rápidos: listos en menos de 20 minutos.
Conclusión
Estos canelones fríos y sin pasta son un ejemplo de cómo comer sano no tiene por qué ser aburrido. Son versátiles, se adaptan a todo tipo de dietas, y lo mejor: ¡están deliciosos! Perfectos para el verano o para quienes buscan cuidar su alimentación sin complicaciones.